El sentido común puede percibir la filosofía como una pérdida de tiempo por varias razones:
1. Falta de aplicabilidad inmediata: A menudo, las preguntas filosóficas no tienen respuestas claras y tangibles que se puedan aplicar directamente a situaciones prácticas de la vida cotidiana.
2. Abstracción y complejidad: Algunos conceptos filosóficos pueden parecer abstractos y difíciles de comprender para aquellos que no están familiarizados con ellos, lo que puede llevar a la percepción de que la filosofía es inútil o irrelevante.
3. Enfoque en el pensamiento abstracto sobre problemas abstractos: La filosofía tiende a centrarse en cuestiones abstractas y fundamentales sobre la existencia, el conocimiento, la ética, entre otros temas, lo que puede alejar a algunas personas que prefieren preocuparse por problemas más concretos y prácticos.
Sin embargo, es importante destacar que la filosofía juega un papel crucial en el desarrollo del pensamiento crítico, la reflexión profunda y la comprensión de los fundamentos de nuestra existencia y sociedad. Aunque puede no tener aplicaciones directas y prácticas en todos los aspectos de la vida, su valor radica en su capacidad para expandir nuestra comprensión del mundo y promover el pensamiento creativo y reflexivo.
