El personaje principal de la obra "Marianela" muestra una conducta marcada por la percepción de su propia belleza interior y la influencia de la apariencia física en las relaciones humanas. Marianela, a pesar de su aspecto poco agraciado, posee una rica vida interior y una gran capacidad para el amor. Su transformación se ilustra cuando su amigo ciego, Pablo, recupera la vista y se da cuenta de que Marianela no es la belleza personificada, lo que la lleva a una crisis al percatarse de su verdadera apariencia. La novela aborda cómo la sociedad valora a las personas basándose en su aspecto externo, ignorando sus cualidades internas, y destaca la importancia de la belleza interior frente a la física. La conducta de Marianela refleja la lucha entre la imaginación y la realidad, así como la crítica de Galdós sobre la superficialidad y la injusticia social en la sociedad de la época.