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La vacuna contra el ébola protege contra el virus del Ébola, que es el virus responsable de la enfermedad del mismo nombre. La vacuna contra el Ébola ha sido desarrollada para prevenir la infección por este virus, que puede causar enfermedades graves, incluyendo fiebre hemorrágica con síntomas como fiebre alta, dolor de cabeza, dolor muscular, debilidad, dolor de garganta y hemorragias internas y externas.

La vacuna contra el COVID-19 protege contra el virus SARS-CoV-2, que es el virus responsable de la enfermedad del coronavirus 2019 (COVID-19). Esta vacuna ha sido desarrollada para prevenir la infección por el virus SARS-CoV-2 y reducir la gravedad de la enfermedad COVID-19, que puede causar una amplia gama de síntomas, desde leves como fiebre y tos, hasta graves como neumonía, dificultad para respirar e incluso la muerte en casos severos.

En resumen, la vacuna contra el ébola protege contra el virus del Ébola, mientras que la vacuna contra el COVID-19 protege contra el virus SARS-CoV-2 y la enfermedad COVID-19.