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El salto con soga es altamente adaptable para diferentes niveles de condición física y edades mediante ajustes en la intensidad, la duración y la complejidad del ejercicio. Para principiantes y personas con menor condición física, se puede comenzar con sesiones cortas y ritmo lento, utilizando una cuerda más ligera y ajustando la altura del salto. A medida que mejora la condición física, se puede aumentar gradualmente la intensidad y la duración del ejercicio, incorporando variaciones como saltos dobles, alternancia de pies y cambios de ritmo. Además, se pueden utilizar diferentes tipos de cuerdas (más pesadas, con peso) para aumentar la resistencia y desafiar a los usuarios más avanzados.