La ineficacia de las normas jurídicas, morales y los usos sociales en Colombia que llevó a la votación de una nueva Constitución se debió a diversos factores:
Desconfianza en las Instituciones: Muchos colombianos percibían que las instituciones existentes no eran capaces de garantizar la justicia y la equidad para todos.
Conflictos Internos: Colombia ha enfrentado conflictos internos prolongados, como el conflicto armado con grupos guerrilleros y organizaciones paramilitares, lo que ha afectado la estabilidad y el estado de derecho en el país.
Corrupción: La corrupción generalizada en las instituciones públicas socavaba la confianza en el sistema judicial y en las autoridades.
Las relaciones entre la justicia y la paz son intrínsecas y se refuerzan mutuamente:
Justicia y Paz: La justicia es fundamental para alcanzar y mantener la paz. Un sistema judicial efectivo y confiable es crucial para resolver conflictos, proteger los derechos humanos y asegurar la rendición de cuentas.
Paz y Justicia: Por otro lado, la paz crea el entorno necesario para que la justicia funcione adecuadamente. En un contexto de paz, es más factible implementar reformas judiciales, promover el respeto a la ley y fortalecer las instituciones democráticas.
En resumen, una nueva Constitución puede ser vista como un intento de reconfigurar y fortalecer las normas jurídicas para abordar los desafíos de la justicia y la paz en Colombia, buscando superar las deficiencias y las tensiones que han afectado al país
