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La Constitución del 1992 en Paraguay es la carta magna que establece los principios y normas fundamentales que rigen la organización del Estado paraguayo. Fue promulgada el 20 de junio de 1992 y reemplazó a la Constitución anterior de 1967.
Esta constitución fue producto de un proceso de transición democrática en Paraguay, luego de décadas de dictadura militar. Fue redactada con el objetivo de establecer un marco legal que garantizara los derechos y libertades fundamentales de los ciudadanos, así como la separación de poderes y la consolidación de un sistema democrático.
Algunos de los aspectos más relevantes de la Constitución del 1992 en Paraguay son los siguientes:
1. Derechos y garantías: La Constitución reconoce y protege los derechos y libertades fundamentales de los ciudadanos, como la igualdad ante la ley, la libertad de expresión, el derecho a la vida, la libertad de culto, entre otros. También establece garantías procesales para asegurar un juicio justo y la protección de los derechos individuales.
2. Separación de poderes: La Constitución establece la división de poderes en el Estado paraguayo, con la existencia de los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial. Se busca asegurar un equilibrio y control entre los distintos poderes para evitar abusos y garantizar la transparencia y la rendición de cuentas.
3. Sistema democrático: La Constitución consagra el sistema democrático como forma de gobierno en Paraguay. Establece el sufragio universal, libre y secreto como mecanismo para elegir a los representantes del pueblo, y garantiza la participación ciudadana en la toma de decisiones.
4. Derechos sociales: La Constitución del 1992 también incluye disposiciones relacionadas con los derechos sociales, como el acceso a la educación, la salud, la vivienda, el trabajo y la seguridad social. Establece la responsabilidad del Estado en la promoción y protección de estos derechos.
La Constitución del 1992 en Paraguay ha sido modificada en algunas ocasiones desde su promulgación, mediante enmiendas y reformas. Sin embargo, su espíritu fundamental de garantizar los derechos y libertades de los ciudadanos y fortalecer el sistema democrático ha permanecido a lo largo del tiempo.
