chiquito importante EL CRECIMIENTO DEMOGRÁFICO En el siglo XVIII, la población europea experimentó un crecimiento sostenido. En Europa occidental, el número de habitantes aumentó de 120 millones en 1700 a 190 millones en 1790. Este incremento obedeció a la significativa reducción de la mortalidad como producto de la mejora en la alimentación, los avances médicos y la disminución de las guerras y epidemias. Sin embargo, el crecimiento de la población no fue uniforme: en Inglaterra, Prusia y Rusia el crecimiento fue muy alto; en Francia, España y la península itálica fue más modesto. Por otra parte, el 90 % de la población siguió viviendo en el campo, pero la población urbana aumentó. Las principales ciudades europeas eran Londres, que alcanzó más de 700 000 habitantes, y París, con más de 600 000.​