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La cultura teotihuacana, que floreció en el valle de Teotihuacán en Mesoamérica entre los años 200 a.C. y 650 d.C., tuvo una organización social compleja y estratificada. Algunas de las características clave de la organización social teotihuacana incluyen:

1. Estratificación social: La sociedad teotihuacana estaba dividida en distintas clases sociales, con una élite gobernante, sacerdotes, artesanos especializados, agricultores y trabajadores comunes.

2. Jerarquía política y religiosa: La ciudad de Teotihuacán estaba gobernada por una élite política y sacerdotal que controlaba la vida religiosa, política y económica de la ciudad.

3. Arquitectura monumental: La presencia de grandes estructuras como la Pirámide del Sol, la Pirámide de la Luna y la Calzada de los Muertos sugiere una centralización del poder y la presencia de un complejo sistema religioso y político.

4. Comercio y diversidad étnica: Teotihuacán era un importante centro comercial que atraía a personas de diversas regiones, lo que contribuyó a la diversidad étnica y cultural en la ciudad.

5. Agricultura y trabajo especializado: La organización social teotihuacana se basaba en una economía agrícola en la que se practicaba el cultivo intensivo del maíz, así como en el trabajo especializado en alfarería, tejido, metalurgia y otros oficios.

La organización social teotihuacana reflejaba una sociedad compleja con jerarquías claramente definidas, una economía diversificada y un complejo sistema político y religioso. Este legado cultural sigue siendo objeto de estudio e interés en la actualidad.