juicios de valor del texto:
Ahora, finalmente, la furia de la tormenta, que lentamente fue acumulándose y estuvo reprimida durante largo tiempo, estalló sobre nosotros. Cuatro o cinco millones de hombres se encontraron frente a frente en el primer combate de la más despiadada de las guerras que jamás se hayan registrado [En una semana, el frente en Francia, detrás del cual nos habiamos acostumbrado a estar durante los duros años de la anterior guerra y durante la fase inicial de esta, iba a ser derrotado de forma irreversible. En tres semanas, el famoso ejército francés iba a colapsar en escombros y en ruinas, y nuestra única armada británica iba a ser arrojada al mar perdiendo todo su equipamiento. En seis semanas, nos ibamos a encontrar solos, casi desarmados, con Alemania e Italia triunfantes y amenazando nuestras gargantas, con toda Europa expuesta al poderio de Hitler y con Japón acechándonos desde el otro lado del globo. Fue en medio de estos escenarios y sucesos inminentes que inicié mis labores como Primer Ministro y Ministro de Defensa y me encaminé a llevar a cabo la primera labor de conformar un gobierno de todos los partidos, que manejara los asuntos locales e internacionales de Su Majestad por cualesquiera que fueran los medios que mejor se estimaran adecuados para los intereses nacionales. Cerca de cinco años después fue posible tener una perspectiva más favorable de las circunstancias, Italia habia sido conquistada y Mussolini conquistado [El poderoso ejército alemán se había rendido sin condiciones] Hitler se habla suicidado. Además de la miriada de capturas por parte del General Elsenhower, cerca de 3 millones de soldados alemanes fueron tomados prisioneros en 24 hora por el Mariscal de Campo Alexander en Italia y por el Mariscal de Campo Montgomery en Alemania. Francia habia sido liberada, restablecida y reanimada. De la mano de nuestros aliados, los dos imperios más poderosos del mundo, avanzamos hacia la rápida aniquilación de la resistencia japonesa. El contraste era definitivamente extraordinario. El camino seguido en estos cinco años fue largo, dificil y peligroso. Aquellos que marcharon hacia adelante hasta el final estarán siempre orgullosos de haberlo hecho con honor. Tomado de: Churchill, W. (1986). The Second World War. Volume II. Their Finest Hour. Mariner Books.​

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