Respuesta :

La homeostasis en un ecosistema de selva se restablece naturalmente a través de procesos como la sucesión ecológica, donde las especies se establecen y compiten por recursos, equilibrando así los ecosistemas. Además, la interacción entre plantas, animales y microorganismos contribuye al ciclo de nutrientes y al mantenimiento de la biodiversidad, lo que favorece la estabilidad del ecosistema.

Sin embargo, las actividades humanas pueden perturbar este equilibrio naturalmente establecido. La deforestación, la contaminación y el cambio climático son ejemplos de actividades antropogénicas que pueden alterar la homeostasis de la selva. Para contrarrestar estos impactos, es crucial implementar prácticas de conservación, como la reforestación, la protección de áreas naturales y la gestión sostenible de recursos. Estas medidas ayudan a restaurar y mantener la homeostasis del ecosistema selvático.