El método científico y el método histórico son dos enfoques distintos utilizados en la investigación.
El método científico se basa en la observación, la formulación de una hipótesis, la experimentación y la verificación de resultados para llegar a conclusiones basadas en evidencia empírica y reproducible. Se enfoca en la investigación de fenómenos naturales y se caracteriza por ser sistemático, objetivo y controlado.
Por otro lado, el método histórico se centra en el estudio de eventos pasados, utilizando fuentes primarias y secundarias para reconstruir y analizar hechos históricos. Este enfoque implica la interpretación de evidencia histórica, la contextualización de los eventos y la narración de historias basadas en el análisis crítico de fuentes.
En resumen, la principal diferencia entre ambos métodos radica en su objeto de estudio y sus procedimientos. Mientras que el método científico se enfoca en la comprensión de fenómenos naturales a través de la experimentación, el método histórico se centra en la interpretación y análisis de eventos pasados a partir de fuentes históricas.
