Ergonomía adecuada: Asegurarse de que el entorno de trabajo o estudio esté diseñado ergonómicamente para favorecer una postura correcta. Esto incluye la disposición del mobiliario, como sillas y mesas, de manera que se reduzca la tensión en la columna vertebral y las extremidades.
Alineación adecuada de la columna vertebral: Mantener la columna vertebral recta y alineada, evitando curvaturas excesivas o inclinaciones laterales. La cabeza debe estar en posición neutra, alineada con la columna vertebral.
Hombros relajados: Mantener los hombros relajados y hacia abajo, evitando encorvarse hacia adelante. No deben estar elevados ni tensos.
Mantener el peso corporal distribuido uniformemente: Distribuir el peso corporal de manera uniforme en ambos pies al estar de pie, evitando inclinarse hacia un lado.
Posición adecuada de las extremidades superiores: Al estar sentado, los codos deben estar cerca del cuerpo y en ángulos ligeramente superiores a 90 grados. Las muñecas deben estar en posición neutra y los antebrazos apoyados en la superficie de trabajo.
Posición adecuada de las extremidades inferiores: Al estar sentado, las rodillas deben estar al mismo nivel o ligeramente más bajas que las caderas. Los pies deben estar apoyados en el suelo o en un reposapiés, con los muslos paralelos al suelo y los pies apuntando hacia adelante.
Descansos frecuentes: Es importante realizar pausas y estiramientos periódicos para aliviar la tensión muscular y promover la circulación sanguínea.
Conciencia corporal: Estar consciente de la postura corporal y corregir cualquier desalineación o tensión muscular de forma regular.
