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Explicación:

Después de los lobos es un cuento que combina elementos de la fantasía y la realidad, por lo que no se puede clasificar estrictamente como un cuento realista. Sin embargo, tiene elementos realistas que proporcionan una base sólida para la narrativa.

Contexto histórico y geográfico realista: El cuento está ambientado en la Patagonia argentina durante el siglo XIX, una ubicación y período de tiempo reales. La autora, Liliana Bodoc, utiliza elementos históricos y geográficos precisos para contextualizar la historia y hacerla creíble.

Personajes y relaciones humanas realistas: A pesar de los elementos fantásticos de la trama, los personajes y sus relaciones están diseñados de manera realista. La forma en que interactúan, sus emociones y conflictos, reflejan aspectos de la experiencia humana que son fácilmente identificables y comprensibles para el lector.

Temas universales: El cuento explora temas universales como el amor, la amistad, el coraje y la lucha por la supervivencia, que son comunes en la literatura realista. Aunque la trama involucra elementos fantásticos como lobos que se transforman en personas, estos temas son fundamentales y reconocibles para los lectores, lo que les permite conectarse con la historia de manera significativa.

Descripciones detalladas: Bodoc utiliza descripciones detalladas del entorno natural de la Patagonia, así como de la vida cotidiana de los personajes, lo que crea una sensación de autenticidad y realidad en la historia.

En resumen, aunque Después de los lobos contiene elementos fantásticos, está arraigado en un contexto realista que lo hace accesible y relevante para los lectores. La combinación de elementos realistas y fantásticos en la narrativa permite que la historia explore temas profundos y universales de una manera imaginativa y emocionante.