crear una historia de una persona en el tiempo de los incas , usando varios términos sobre el Tahuantinsuyo(que alcanse en una hoja normal de cuaderno porfa no tengo tantos puntos pero le dare corona 5 estrellas y corazon porfa es urgente)​no trolls porfa ​

Respuesta :

En los confines del resplandeciente Imperio Incaico, el Tahuantinsuyo, habitaba un joven y valeroso hombre llamado Tupac. Nacido en las tierras altas del Cusco, la capital del imperio, Tupac era un hijo devoto del Sol, el Inti, y de la tierra fértil, la Pachamama.

Tupac era un "auqui", un príncipe inca, hijo de un gran "Sapa Inca", el gobernante supremo del Tahuantinsuyo. Desde joven, Tupac fue entrenado en el arte de la guerra, la administración y la agricultura, disciplinas esenciales para cualquier líder inca. Sus días transcurrían en el "Yachayhuasi", la casa del saber, donde aprendía sobre la historia de su pueblo, la lectura de los "quipus" y la adoración a los dioses incas.

Un día, el Sapa Inca convocó a Tupac y le encomendó una misión de gran importancia. Debía viajar a través del "Qhapaq Ñan", el sistema de caminos reales que conectaban el vasto imperio, hasta llegar a las tierras del "Antisuyo", uno de los cuatro "suyos" o regiones del Tahuantinsuyo. Su misión era establecer una relación pacífica con una tribu local que había mostrado resistencia al dominio inca.

Tupac emprendió su viaje con un grupo de "chasquis", mensajeros incas que corrían largas distancias llevando mensajes a través del imperio. A lo largo de su viaje, Tupac observó las maravillas del Tahuantinsuyo: los "andenes", las terrazas agrícolas que escalaban las montañas; los "tambos", los albergues construidos a lo largo de los caminos para los viajeros; y los "pukara", las fortalezas que protegían el imperio.

Al llegar al Antisuyo, Tupac se encontró con el jefe de la tribu. Con sabiduría y diplomacia, Tupac negoció un acuerdo de paz, ofreciendo a la tribu la protección y los beneficios del Tahuantinsuyo a cambio de su lealtad. El jefe, impresionado por la humildad y el respeto de Tupac, aceptó el acuerdo.

Tupac regresó al Cusco, donde fue recibido con grandes celebraciones. El Sapa Inca, orgulloso de su hijo, lo nombró "Apu", un líder respetado y venerado. Desde entonces, Tupac dedicó su vida a servir al Tahuantinsuyo, expandiendo su territorio y asegurando la prosperidad de su pueblo.

Esta es la historia de Tupac, un auqui del Tahuantinsuyo, cuyas acciones reflejaron los valores fundamentales del Imperio Incaico: la reciprocidad, la solidaridad y el respeto por la tierra y sus habitantes.