Respuesta:
La convivencia fue un pilar fundamental en el crecimiento de las primeras civilizaciones prehistóricas. A través de la cooperación, comunicación, división del trabajo, normas compartidas e intercambio cultural, las personas enfrentaron desafíos, desarrollaron tecnologías y establecieron sociedades complejas. La interacción social impulsó el desarrollo de la agricultura, la construcción, el comercio, la religión y el gobierno, sentando las bases para el surgimiento de las civilizaciones modernas. La comprensión de la convivencia en la prehistoria nos revela la naturaleza social del ser humano y su papel crucial en el avance de las sociedades.
