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Las ondas tienen una amplia gama de aplicaciones en el campo de la salud, tanto para el diagnóstico como para el tratamiento de diversas enfermedades. A continuación, se detallan algunos ejemplos:

Diagnóstico:

Rayos X: Permiten obtener imágenes del interior del cuerpo humano, siendo útiles para diagnosticar fracturas, tumores, infecciones y otras afecciones.

Tomografía computarizada (TC): Utiliza rayos X y computadoras para crear imágenes tridimensionales detalladas de los órganos y tejidos del cuerpo, lo que permite un diagnóstico más preciso.

Resonancia magnética nuclear (RMN): Emplea campos magnéticos y ondas de radio para generar imágenes detalladas de los tejidos blandos del cuerpo, como el cerebro, la médula espinal, los músculos y las articulaciones.

Ecografía: Utiliza ondas ultrasónicas para crear imágenes del interior del cuerpo, especialmente útil para examinar el útero, los ovarios, el feto y otros órganos abdominales.

Doppler: Mide la velocidad del flujo sanguíneo, lo que ayuda a diagnosticar enfermedades vasculares, como trombosis y aneurismas.

Tratamiento:

Radioterapia: Utiliza radiación de alta energía para destruir células cancerosas, siendo un tratamiento común para el cáncer.

Terapia con láser: Emplea luz láser para tratar diversas afecciones, como el dolor, la inflamación y las lesiones cutáneas.

Ultrasonido: Las ondas ultrasónicas se pueden utilizar para desfragmentar cálculos renales, romper tejido tumoral y aplicar calor para terapias de rehabilitación.

Litotricia por ondas de choque: Emplea ondas de choque para fragmentar cálculos renales y biliares sin necesidad de cirugía.

Diatermia: Utiliza ondas de radio para generar calor en los tejidos profundos, lo que ayuda a aliviar el dolor y la inflamación.