Respuesta:
Para resolver este problema, podemos utilizar la ley de Charles y la ley de Boyle.
Según la ley de Charles, si mantenemos el volumen constante, la presión de un gas es directamente proporcional a su temperatura en grados Kelvin. Por lo tanto, podemos utilizar la siguiente ecuación:
P₁ / T₁ = P₂ / T₂
Donde:
P₁ = 1 atm (presión inicial)
T₁ = -5 °C + 273 = 268 K (temperatura inicial en Kelvin)
P₂ = ? (presión final)
T₂ = 100 °C + 273 = 373 K (temperatura final en Kelvin)
Despejamos P₂:
P₂ = P₁ * (T₂ / T₁)
P₂ = 1 atm * (373 K / 268 K)
P₂ = 1 atm * 1.3925
P₂ = 1.3925 atm
Por lo tanto, la presión final del oxígeno será de aproximadamente 1.3925 atm cuando se aumenta la temperatura hasta 100 °C sin modificar el volumen y la cantidad de gas.