Respuesta :

Cuando el sistema muscular está inactivo, la respiración y el pulso tienden a disminuir. Esto se debe a que el cuerpo no necesita tanto oxígeno ni energía para mantener la actividad muscular, por lo que el ritmo cardíaco y la respiración se ralentizan.

Por otro lado, cuando se realiza un trabajo intenso, el sistema muscular requiere más oxígeno y energía para funcionar, lo que lleva a un aumento en la respiración y en el pulso para satisfacer esa demanda. El cuerpo necesita suministrar más oxígeno a los músculos y eliminar los desechos metabólicos producidos durante el ejercicio.