Respuesta :
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Son muchas las personas que deben compaginar la vida laboral con la familiar. Hoy en día, pese a que esa situación puede conllevar diversas dificultades, el hecho de tener ambas cosas significa que esa persona es afortunada.
Por regla general, compatibilizar la vida familiar con la vida laboral supone un gran sacrificio, pues en la mayoría de las ocasiones a las personas nos toca dedicar más tiempo a nuestro empleo, principalmente por necesidad, pues de él obtenemos la retribución necesaria para mantener económicamente a nuestra familia. Esta compensación debería ser proporcional a todo el tiempo que dedicamos a nuestro trabajo y al que dejamos de dedicar a nuestra familia.
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