1. El Fuego: El fuego es un elemento central en el cuento, tanto en su título como en su desarrollo. En la obra de Cortázar, el fuego puede interpretarse como un símbolo de pasión, destrucción, transformación y renacimiento. A lo largo de los relatos que componen esta obra, el fuego se presenta de diversas formas, desde incendios devastadores hasta fogatas que crean un ambiente íntimo y misterioso. Este elemento simbólico representa la dualidad entre la luz y la oscuridad, entre la vida y la muerte.
2. Los Laberintos: Los laberintos son otro elemento simbólico recurrente en la obra de Cortázar. Representan la complejidad de la existencia humana, las múltiples posibilidades y caminos que se presentan ante nosotros, así como la dificultad para encontrar respuestas definitivas o salidas claras. Los personajes de “Todos los fuegos el fuego” a menudo se encuentran atrapados en laberintos físicos o emocionales, reflejando las complejidades y contradicciones de sus propias vidas.
3. Los Espejos: Los espejos son utilizados por Julio Cortázar como un símbolo de reflexión y autoconocimiento. A través de los espejos, los personajes se enfrentan a sus propias imágenes, a sus miedos y anhelos más profundos. Los espejos también pueden representar la idea de la dualidad del ser humano, mostrando diferentes facetas de una misma persona o revelando verdades ocultas.
4. La Música: La música es otro elemento simbólico importante en “Todos los fuegos el fuego”. En varias ocasiones a lo largo de los relatos, se hace referencia a piezas musicales que acompañan e intensifican las emociones de los personajes. La música puede simbolizar la armonía o el caos emocional, así como conectar a los personajes con sus recuerdos y deseos más profundos.
Respuesta:
Es un elemento utilizado para simbolizar el modo en que debemos expiar nuestras faltas. En este sentido, el fuego es destructor pero también purificador y abrasador. En muchos mitos, el fuego es mediador entre la naturaleza y la cultura, pero también ente el Cielo y la Tierra
