El espacio: A lo largo de la historia de la humanidad, y en cada rincón habitado del planeta , los grupos humanos fueron estable. ciendo distintas formas de organización social. Pueden detectarse , en el seno de cada sociedad, determinadas formas de producción y de distribución de la riqueza, de organización de las relaciones de poder, de creación y difusión de los conocimientos; ciertas técnicas , ciertos valores; normas, creencias y visiones del mundo. De igual manera -y en estrecha relación con los sistemas económicos, políticos y culturales imperantes dentro de cada sociedad-, se elaboran necesariamente ciertas formas de or- ganización del espacio. Pensemos, por ejemplo, en el caso de las comuni- dades de cazadores-recolectores. Estos grupos sociales, sin conoci- miento de las técnicas de cultivo de la tierra , establecían aldeas o asentamientos desde los cuales partían para realizar excursiones periódicas con el objetivo de proveerse de los alimentos y de los otros bienes necesarios para sus actividades cotidianas (para con- feccionar sus vestidos, construir sus hogares, y demás). Al cabo de un tiempo, los recursos comenzaban a ser escasos en las zonas cercanas a la aldea. En consecuencia, los cazadores-recolectores se veían obligados a cambiar de localización, y esto los conducía a te- ner un modo de vida nómade. La adquisición del conocimiento de la agricultura, por el contrario, llevó a los grupos a permanecer mucho más tiempo en los lugares elegidos para asentarse, dado que el ciclo de creci- miento de las plantas se completa a lo largo de un período extenso. Además, la actividad agrícola obligó a las sociedades a plantearse una organización distinta del tiempo: el ciclo anual se marcaba, en- tonces, por los momentos del cultivo y los momentos de la cosecha, y no por los del agotamiento o la escasez de un recurso. Las consecuencias del sedentarismo en el interior de la sociedad fueron múltiples: aparecieron nuevas formas de división de las tareas entre los individuos, de apropiación de la riqueza prove- niente de las actividades agrícolas y, por supuesto, de la organización del espacio, ahora ligada al usufructo de las parcelas productivas. se m C t t​