Respuesta:
En el capítulo 10 de "Dos años de vacaciones" los jóvenes naufragos ya llevaban un año en la isla y habían conseguido adaptarse muy bien a su nueva vida. Habían construido una casa más grande y confortable, cultivaban sus propios alimentos y habían domesticado animales para su protección. Además, habían aprendido a fabricar herramientas y utensilios a partir de los recursos naturales de la isla.
Sin embargo, a pesar de su aparente prosperidad, los jóvenes comenzaban a sentirse abrumados por la rutina y la monotonía de la vida en la isla. Anhelaban regresar a la civilización y ansiaban reencontrarse con sus seres queridos. Por otro lado, algunos de ellos comenzaban a experimentar sentimientos de nostalgia y soledad, añorando sus antiguas vidas y lamentando la pérdida de la comodidad y seguridad que tenían antes del naufragio.
A medida que pasaba el tiempo, los jóvenes se enfrentaban a nuevos desafíos y obstáculos en su lucha por sobrevivir en la isla. La convivencia entre ellos se volvía cada vez más complicada, surgían conflictos y rivalidades que amenazaban la armonía del grupo. A pesar de todo, los jóvenes continuaban trabajando juntos para superar las dificultades y seguir adelante en su lucha por la supervivencia.
El capítulo termina con los jóvenes reflexionando sobre su situación y sus posibilidades de ser rescatados. A pesar de las adversidades, mantienen la esperanza de volver a casa algún día y no pierden la fe en que algún barco o avión los encuentre y los rescate de su aislamiento en la isla.
