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La legitimidad de un gobernante que es reelegido por más de tres períodos puede variar dependiendo del contexto político, legal y social en el que se encuentre. Algunos tipos de legitimidad que podría tener incluyen:
1. **Legitimidad legal:** Si la Constitución del país permite la reelección ilimitada o si se han realizado enmiendas constitucionales para permitir múltiples mandatos, el gobernante podría considerarse legalmente legítimo, siempre y cuando se adhiera a los procedimientos establecidos por la ley.
2. **Legitimidad democrática:** Si el gobernante es elegido en elecciones libres y justas, y cuenta con un amplio respaldo popular en cada período de reelección, su legitimidad podría basarse en el apoyo continuo de la población a través del voto.
3. **Legitimidad de desempeño:** Si el gobernante ha demostrado un buen desempeño durante sus mandatos anteriores y ha logrado avances significativos en áreas como el desarrollo económico, la estabilidad política, la reducción de la pobreza o el fortalecimiento de las instituciones democráticas, su legitimidad podría basarse en los logros y resultados obtenidos durante su tiempo en el cargo.
Sin embargo, es importante tener en cuenta que la legitimidad de un gobernante puede ser cuestionada si se percibe que abusa del poder, manipula las elecciones o restringe las libertades políticas y civiles. En tales casos, la legitimidad del gobernante podría verse comprometida y surgirían preocupaciones sobre la falta de competencia política y la concentración de poder en una sola persona o partido.