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En el cuento "El tata veve" de Josefina Plá, el narrador es un peón de estancia, un hombre de campo, rudo y sencillo, que relata una historia extraordinaria que ha presenciado.
A través de su lenguaje coloquial, lleno de expresiones propias del habla rural, el peón nos sumerge en la atmósfera del cuento, transmitiendo su asombro y fascinación ante el fenómeno del "tata veve", una bola de fuego misteriosa que aparece en la noche.
La figura del narrador es fundamental para la construcción del relato. Su perspectiva, marcada por su experiencia de vida y su conocimiento del mundo rural, le permite narrar la historia con una mezcla de realismo y fantasía, creando una atmósfera cautivadora y llena de suspense.
A continuación, se detallan algunos aspectos que caracterizan al narrador del cuento:
- Lenguaje coloquial: El peón utiliza un lenguaje sencillo y directo, propio del habla rural. Emplea expresiones populares, refranes y modismos que le dan autenticidad a su relato.
- Tono oral: El cuento parece ser contado de viva voz, como si el peón estuviera narrando la historia a un grupo de personas. Esto le da un tono conversacional y cercano al lector.
- Punto de vista en primera persona: El narrador relata la historia desde su propia perspectiva, como testigo presencial de los hechos. Esto permite al lector conectar con sus emociones y vivencias.
- Actitud ingenua: El peón no tiene una formación académica, por lo que su visión del mundo es ingenua y supersticiosa. Esto contribuye al carácter fantástico del cuento.
- Credibilidad: A pesar de su ingenuidad, el peón narra la historia con convicción y seguridad. Esto hace que el lector crea en su relato, incluso si se trata de un fenómeno inexplicable.
En definitiva, el narrador del cuento "El tata veve" es una figura clave que aporta verosimilitud y encanto a la historia. Su lenguaje coloquial, su tono oral y su punto de vista en primera persona nos permiten conectar con la historia y sentirnos parte de la experiencia del peón.