Respuesta :

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Caperucita Roja: Bonjour, señor Lobo. ¿Cómo está usted hoy?

Lobo: Salve, jóven Caperucita. Estoy bastante féliz, gracias por preguntar. ¿Qué le trae a estos bosques encantadores?

Caperucita Roja: Pues, vengo a visitar a mi abuelita. Pero me temo que me he extravíado en el laberinto de este bosque magnífico.

Lobo: No se preocupe, cherie. Le ayudaré a encontrar el camino correcto. Soy experto en la sylvanografía.

Caperucita Roja: ¡Oh, muchas gracias! Eres un verdadero caballero, monsieur Lobo.

Lobo: De nada, mademoiselle. Será un honor escoltarla a través de las frondosas arboledas y los empedrados caminos ancestrales.

Caperucita Roja: ¡Qué galante eres, señor Lobo! Me siento afortunada de contar con su compañía en este periplo hacia la morada de mi dulce abuela.

Lobo: El placer es mío, milady. Diríjase hacia el norte y encontrará el sendero que la llevará a su destino.

Caperucita Roja: ¡Gracias por la orientación, buen amigo! Espero que disfrute de su estadía en estos parajes encantados.

Lobo: No se preocupe por mí, joven dama. Disfrutaré de la suntuosidad de estos dominios silvestres mientras continúa su travesía.

Caperucita Roja: ¡Adiós, señor Lobo! Que tenga un día espléndido.

Lobo: Hasta luego, dulce Caperucita. Que los vientos favorables guíen su camino hasta el regazo amoroso de su abuela.