Respuesta:La capacidad de algunos insectos para caminar sobre el agua se debe a una combinación de varios factores, siendo la atención superficial uno de los más importantes. Los insectos, como los zapateros de agua o las arañas de agua, tienen patas especialmente adaptadas que distribuyen su peso de manera efectiva sobre la superficie del agua, aprovechando la tensión superficial para evitar hundirse.
Sin embargo, las personas son mucho más grandes y pesadas en comparación con los insectos, lo que hace que la fuerza gravitatoria que actúa sobre nosotros sea mucho mayor. Además, nuestras extremidades y pies no están adaptados para distribuir eficientemente nuestro peso sobre la superficie del agua como lo están las patas de los insectos acuáticos. Por lo tanto, cuando intentamos caminar sobre el agua, nuestra masa y la falta de adaptaciones físicas hacen que nos hundamos fácilmente.
En resumen, mientras que algunos insectos pueden caminar sobre el agua gracias a la tensión superficial, las personas no pueden hacerlo debido a su tamaño y peso, así como a la falta de adaptaciones físicas para distribuir su peso sobre la superficie del agua.