Respuesta :

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Había una vez un joven llamado Martín, que se embarcó en una aventura para llegar a la cumbre de la montaña más alta del reino. Durante su ascenso, Martín se encontró con un manzano lleno de deliciosas manzanas rojas. Extenuado por el esfuerzo, decidió descansar un momento y reponer fuerzas con una de las jugosas frutas.

Al reanudar su camino, Martín tuvo que trepar por empinadas rocas y aferrarse a ramas resbaladizas para seguir avanzando. A pesar de las dificultades, su determinación lo impulsaba a continuar. Finalmente, después de horas de esfuerzo, alcanzó la cumbre de la montaña.

Allí, ante sus ojos se desplegaba un paisaje espectacular que lo dejó sin aliento. Martín se sentó a descansar, disfrutando de la vista y saboreando el dulce sabor de la manzana que había recogido en el camino. En ese momento, supo que cada obstáculo superado había valido la pena, y se sintió lleno de gratitud por haber alcanzado su meta.

Y colorín colorado, este cuento ha terminado.

Explicación:

espero que te guste y si esa valorame plis

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