Los inicios de la civilización egipcia faraónica se remontan alrededor del 3100 a.C., con la unificación del Alto y el Bajo Egipto bajo el rey Narmer, también conocido como Menes. Esta unificación marcó el comienzo de la primera dinastía y el establecimiento del sistema de gobierno centralizado que caracterizó a la civilización egipcia durante milenios. Durante este período temprano, se desarrollaron instituciones políticas, religiosas y sociales que sentaron las bases para la cultura egipcia. Los faraones gobernaban como divinos monarcas, y su autoridad estaba respaldada por la creencia en la vida después de la muerte y el culto a los dioses. La construcción de monumentos y tumbas masivas, como las pirámides, también comenzó durante este tiempo, marcando el inicio de la arquitectura monumental egipcia. Esta era temprana de la civilización egipcia fue fundamental para el desarrollo ulterior de la cultura, la tecnología y la sociedad egipcias.
