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Las habilidades motrices fundamentales se dividen en dos categorías principales: habilidades motrices gruesas y habilidades motrices finas.

Las habilidades motrices gruesas incluyen acciones como correr, saltar, lanzar, atrapar, equilibrarse y coordinar movimientos grandes que involucran grupos musculares principales. Estas habilidades son esenciales para el desarrollo físico de los niños y su capacidad para participar en actividades deportivas y recreativas.

Por otro lado, las habilidades motrices finas se refieren a movimientos más pequeños y precisos, como agarrar objetos pequeños, escribir, dibujar, recortar con tijeras y manipular objetos con destreza. Estas habilidades son fundamentales para tareas cotidianas y para el desarrollo de la coordinación mano-ojo.

Ambos tipos de habilidades motrices son importantes para el desarrollo integral de los niños y su capacidad para participar en una amplia gama de actividades físicas y cognitivas.