Respuesta:
Falta de comunicación: La comunicación es clave en cualquier relación. Sin ella, surgen malentendidos y conflictos1.
Falta de respeto: El respeto mutuo es esencial para una convivencia armoniosa. Su ausencia puede llevar a desprecio y agresión1.
Diferencias de personalidad: Las diferencias en la forma de ser de cada individuo pueden causar roces si no se manejan con tolerancia1.
Falta de límites: La ausencia de límites claros puede provocar que se invada el espacio personal, generando tensión1.
Problemas económicos: Las dificultades financieras pueden aumentar el estrés y provocar conflictos dentro de la convivencia1.
Patrones familiares negativos: Como el consumo de drogas, desorganización o conflicto familiar, y violencia doméstica2.
Normas y castigos represivos: Reglas ambiguas o incoherentes pueden crear un ambiente de incertidumbre y miedo2.
Aislamiento social: La falta de una red de apoyo social puede incrementar el estrés y la sensación de soledad2.
Bullying y discriminación: Estos comportamientos pueden ocurrir en cualquier entorno y son altamente perjudiciales para la convivencia2.
