Respuesta:
Es la capacidad de modificar el comportamiento y adaptarse a diferentes situaciones y personas de forma rápida y adecuada
adapta su comportamiento con agilidad a las circunstancias de cada persona o situación, sin abandonar por ello los criterios de actuación personal.
Respuesta:
Sí, la ética puede tener cierta flexibilidad en su aplicación dependiendo del contexto y las circunstancias. Sin embargo, es importante tener en cuenta que la flexibilidad ética no implica una falta de principios morales sólidos, sino más bien la capacidad de adaptar los principios éticos a situaciones específicas sin comprometer los valores fundamentales. La flexibilidad ética puede ser necesaria en situaciones donde existen dilemas morales complejos y donde la rigidez en la aplicación de normas éticas podría resultar contraproducente o injusta. Por ejemplo, en casos donde se enfrentan valores en conflicto o donde las circunstancias cambian rápidamente, la flexibilidad ética puede permitir una mejor toma de decisiones. Es crucial mantener un equilibrio entre la flexibilidad ética y la integridad moral para garantizar que las decisiones sean éticas y justas en todo momento
