El segundo trimestre del embarazo, que abarca desde la semana 13 hasta la semana 27, es conocido como el período de "luna de miel" para muchas mujeres. Durante este tiempo, los síntomas del primer trimestre, como las náuseas matutinas, suelen disminuir, y la energía y el bienestar aumentan. El bebé experimenta un rápido crecimiento y desarrollo, pudiendo escucharse su corazón durante las ecografías. Las futuras madres pueden comenzar a sentir movimientos fetales, lo que fortalece el vínculo emocional. Aunque se considera una etapa relativamente tranquila, se deben realizar controles médicos regulares para monitorear la salud materna y fetal.
