Respuesta :

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Los cazadores avanzaron en silencio, siguiendo pistas y rastros dejados por la bestia. De repente, un estruendo ensordecedor resonó a lo lejos. Aranaró los había descubierto y se abalanzó hacia ellos.

La batalla fue feroz y emocionante. Flechas volaban, lanzas se clavaban, pero Aranaró era ágil y esquivo. Con habilidad y trabajo en equipo, los cazadores lograron acorralarlo.

El enfrentamiento llegó a su clímax cuando uno de los cazadores, llamado Andrés, lanzó su lanza con una precisión impresionante, hiriendo a la criatura. Aranaró aulló de dolor y se rindió.