Respuesta :

Un ejemplo clásico es la manipulación de la información por parte de líderes políticos para mantener o fortalecer su poder. Esto sucede cuando distorsionan la verdad o crean narrativas falsas para influir en la opinión pública y mantener su posición. Otro ejemplo es la propaganda, donde se usa la verdad selectivamente para promover ciertos intereses políticos o ideológicos. En ambos casos, la verdad se convierte en un juego de poder porque aquellos que controlan la narrativa pueden influir en las percepciones y acciones de otros.

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