Respuesta :

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El movimiento ilustrado fue visto como rebelde y revolucionario en su época por varias razones fundamentales:

1. Desafío a la autoridad establecida: Los pensadores ilustrados cuestionaron abiertamente las estructuras de poder tradicionales, incluyendo el poder monárquico y la influencia de la iglesia. Sus ideas desafiaron las normas y creencias arraigadas, lo que representaba un desafío directo a la autoridad establecida.

2. Énfasis en la razón y el pensamiento crítico: La Ilustración promovió el uso de la razón, la lógica y el pensamiento crítico como herramientas para comprender el mundo, en contraposición a la aceptación pasiva de dogmas y tradiciones. Esta actitud desafiaba las formas anteriores de comprensión y conocimiento, lo que generaba tensiones con las estructuras intelectuales predominantes.

3. Búsqueda de libertad y derechos individuales: Los ilustrados abogaban por la igualdad de derechos, la libertad de expresión, la separación entre iglesia y estado, y otros principios democráticos que chocaban con las estructuras jerárquicas y autoritarias del Antiguo Régimen.

4. Propagación de ideas a través de la imprenta: La difusión masiva de las ideas ilustradas a través de libros, panfletos y periódicos contribuyó a socavar el monopolio del conocimiento por parte de las élites gobernantes y religiosas, lo que representó un desafío directo al control de la información.

Estos factores contribuyeron a que el movimiento ilustrado fuera percibido como rebelde y revolucionario en su época, ya que sus ideas representaban un cambio radical en la forma en que se entendía el mundo, se ejercía el poder y se gestionaba el conocimiento.

Respuesta:

El movimiento ilustrado, también conocido como la Ilustración, fue visto como rebelde y revolucionario por su época debido a varios factores fundamentales que desafiaban las estructuras sociales, políticas y religiosas establecidas.

Desafío a la autoridad religiosa y monárquica: La Ilustración promovía el uso de la razón y el pensamiento crítico, cuestionando así la autoridad de la Iglesia y los monarcas absolutos. Filósofos como Voltaire criticaron abiertamente la superstición religiosa y el despotismo. Este cuestionamiento socavaba las bases del poder de la Iglesia y las monarquías, que hasta entonces se habían mantenido en gran medida incuestionables y omnipotentes.

Promoción de los derechos individuales y la libertad: Los ilustrados abogaban por los derechos naturales del ser humano, tales como la libertad, la igualdad y la propiedad. Jean-Jacques Rousseau, con su obra "El contrato social", y John Locke, con sus teorías sobre el gobierno y la propiedad, argumentaban que el poder legítimo debe derivarse del consentimiento de los gobernados. Estas ideas eran radicales porque proponían un cambio drástico en la organización social y política, alejándose de las estructuras feudales y absolutistas hacia sistemas más democráticos y republicanos.

Fomento del conocimiento y la educación: La Ilustración enfatizaba la importancia de la educación y el conocimiento científico. Instituciones como las academias de ciencias y las universidades se convirtieron en centros de debate y de difusión de nuevas ideas. Este énfasis en la educación y la ciencia amenazaba el control que la Iglesia y el Estado mantenían sobre el conocimiento y, por ende, sobre la sociedad. La Enciclopedia de Diderot y D'Alembert es un ejemplo emblemático de la difusión del saber ilustrado y su impacto en la sociedad.

Crítica de las estructuras sociales y económicas: Los pensadores ilustrados criticaban las injusticias sociales y económicas, incluyendo la desigualdad y los privilegios heredados. Adam Smith, con su obra "La riqueza de las naciones", sentó las bases de la economía moderna, criticando el mercantilismo y proponiendo principios de libre mercado que chocaban con las prácticas económicas establecidas. Estas críticas impulsaban cambios que beneficiaban a la burguesía emergente y a las clases trabajadoras, en detrimento de la nobleza y los estamentos privilegiados.

Inspiración para movimientos revolucionarios: Las ideas ilustradas no solo quedaron en el ámbito teórico, sino que inspiraron movimientos revolucionarios concretos, como la Revolución Francesa y la Independencia de Estados Unidos. Estas revoluciones pusieron en práctica los ideales de libertad, igualdad y fraternidad, desafiando y derrocando gobiernos opresivos. El éxito de estas revoluciones mostró el poder transformador de las ideas ilustradas y sirvió de ejemplo para otros movimientos similares en todo el mundo.

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