"El Colibrí y el Girasol" En un pequeño pueblo de la sierra ecuatoriana, junto a un colorido mercado artesanal, vivía un colibrí llamado Pichu. Pichu era un ave inquieta y curiosa, que siempre estaba volando de flor en flor, buscando el néctar más dulce. Un día, mientras Pichu revoloteaba por el jardín de una casa, descubrió un hermoso girasol. El girasol era tan alto y majestuoso que Pichu nunca había visto uno igual. Se posó en uno de sus pétalos y admiró su color dorado y su aroma suave. De repente, Pichu escuchó un sollozo proveniente del interior de la flor. Se acercó con cuidado y encontró a una pequeña abeja atrapada entre los pétalos La abeja estaba asustada y no sabía cómo salir. Pichu, conmovido por la situación de la abeja, decidió ayudarla. Voló de flor en flor, buscando una herramienta que le permitiera liberar a la abeja. Finalmente, encontró una pequeña hoja y la usó para abrir cuidadosamente los pétalos del girasol La abeja, agradecida por la ayuda de Pichu, le dio un fuerte abrazo y le dijo: "Gracias por tu amabilidad y tu empatia . Me has salvado la vida". (Pichu y la abeja se convirtieron en grandes amigos. A partir de ese día, Pichu aprendió que la empatía y el respeto eran valores importantes para ayudar a los demás, sin importar las diferencias de tamaño o especie.
