El derecho ambiental se encuentra regulado por una variedad de tratados internacionales que abordan diferentes aspectos de la protección del medio ambiente y la gestión sostenible de los recursos naturales. Algunos de los tratados internacionales más importantes en el ámbito del derecho ambiental son:
1. **Convenio sobre la Diversidad Biológica (CDB):** Adoptado en la Cumbre de la Tierra de Río de Janeiro en 1992, este tratado tiene como objetivo conservar la diversidad biológica, el uso sostenible de sus componentes y la participación justa y equitativa en los beneficios derivados de la utilización de los recursos genéticos.
2. **Protocolo de Kioto:** Firmado en 1997 como parte de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC), este tratado establece compromisos vinculantes para los países industrializados para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.
3. **Acuerdo de París:** Adoptado en 2015 en el marco de la CMNUCC, este tratado tiene como objetivo fortalecer la respuesta global al cambio climático mediante la limitación del calentamiento global a menos de 2°C y la promoción de esfuerzos para limitarlo a 1.5°C.
4. **Convenio de Estocolmo sobre Contaminantes Orgánicos Persistentes (COPs):** Adoptado en 2001, este tratado busca eliminar o restringir la producción y el uso de 12 contaminantes orgánicos persistentes que representan riesgos significativos para la salud humana y el medio ambiente.
5. **Convenio de Basilea sobre el Control de los Movimientos Transfronterizos de los Desechos Peligrosos y su Eliminación:** Adoptado en 1989, este tratado tiene como objetivo proteger la salud humana y el medio ambiente de los efectos adversos resultantes de la generación, el transporte, el tratamiento y la eliminación de los desechos peligrosos.
Estos son solo algunos ejemplos de los tratados internacionales que regulan el derecho ambiental. Existen muchos otros tratados y acuerdos regionales y bilaterales que abordan diversas cuestiones ambientales, como la conservación de la biodiversidad, la gestión de recursos hídricos, la protección de los océanos y la lucha contra la desertificación, entre otros.
