La frase "Mi hogar no es un lugar, sino un tiempo" sugiere que para la persona que la pronuncia, el sentido de pertenencia y confort no está ligado necesariamente a un espacio físico, como una casa o una ciudad, sino más bien a un período específico de su vida. En otras palabras, la sensación de hogar está asociada con un conjunto de experiencias, recuerdos y momentos vividos en un tiempo determinado, en lugar de estar vinculada a una ubicación física.
Esta frase puede reflejar la idea de que el verdadero sentido de pertenencia y felicidad proviene de las relaciones, los momentos compartidos y las experiencias significativas que se han vivido en un determinado período de la vida, más que de un lugar físico en sí mismo.
