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Las normas son esenciales para la convivencia armoniosa en cualquier entorno. A continuación, se presentan cinco ejemplos de cómo las normas regulan la convivencia:

* En el aula: Las normas escolares establecen pautas de comportamiento para que los estudiantes puedan aprender en un ambiente seguro y respetuoso. Por ejemplo, estas normas pueden incluir no hablar mientras otro está hablando, levantar la mano para pedir la palabra y respetar las opiniones de los demás.

* En el vecindario: Las normas de vecindario ayudan a mantener un ambiente tranquilo y seguro para todos los residentes. Por ejemplo, estas normas pueden incluir no hacer ruido excesivo, mantener las mascotas bajo control y respetar la propiedad privada.

* En el transporte público: Las normas de transporte público garantizan la seguridad y el bienestar de todos los pasajeros. Por ejemplo, estas normas pueden incluir ceder el asiento a las personas mayores o con discapacidad, no comer ni beber en el autobús o tren, y mantener las pertenencias personales vigiladas.

* En el lugar de trabajo: Las normas del lugar de trabajo establecen expectativas de comportamiento profesional y garantizan un ambiente de trabajo seguro y productivo. Por ejemplo, estas normas pueden incluir llegar a tiempo, vestirse de manera adecuada y mantener un lenguaje respetuoso con los compañeros de trabajo y clientes.

* En línea: Las normas de comportamiento en línea fomentan la interacción respetuosa y responsable en las redes sociales, foros y otros espacios virtuales. Por ejemplo, estas normas pueden incluir evitar el ciberacoso, no difundir información falsa y respetar la privacidad de los demás.

En resumen, las normas son un conjunto de reglas que ayudan a regular la convivencia en diferentes entornos. Al seguir estas normas, podemos crear un mundo más armonioso, seguro y respetuoso para todos.