A favor del aborto: Creo que las personas tienen derecho a tomar decisiones sobre sus propios cuerpos, incluida la decisión de interrumpir un embarazo no deseado. Las circunstancias individuales pueden ser complejas, y la legalización del aborto garantiza que las mujeres tengan acceso a atención médica segura en caso de que opten por esta opción. Además, la criminalización del aborto no detiene su práctica, solo la hace más peligrosa para quienes recurren a métodos clandestinos.
En contra del aborto: Considero que la vida humana comienza en el momento de la concepción, y por lo tanto, interrumpir un embarazo equivale a privar a un ser humano de su derecho fundamental a la vida. Además, creo que existen alternativas como la adopción que pueden brindar una solución más ética para las mujeres que enfrentan embarazos no deseados. La sociedad debe priorizar la protección de los derechos de los no nacidos.
A favor del aborto: Creo en la autonomía y la libertad de elección de las mujeres. El aborto seguro y legal es una parte crucial de la atención médica reproductiva, ya que permite a las mujeres tomar decisiones informadas sobre su salud y su futuro. Prohibir el aborto solo perpetúa la injusticia y la desigualdad, especialmente para aquellas mujeres que no tienen acceso a servicios seguros de aborto.
En contra del aborto: Mi posición se basa en mis convicciones morales y religiosas, que consideran que la vida humana es sagrada desde el momento de la concepción. Creo que la sociedad debe proteger y defender el derecho a la vida de todos los seres humanos, incluidos los no nacidos. Además, el aborto puede tener repercusiones emocionales y psicológicas significativas para las mujeres, lo que refuerza la necesidad de explorar alternativas que valoren tanto la vida del bebé como la salud mental de la madre..
