Respuesta :

Durante el Mioceno y el Pleistoceno, varios cambios climáticos y geológicos dieron lugar a la evolución de nuevas especies homininas:

Mioceno (23-5.3 millones de años atrás)

Enfriamiento global y aridificación, lo que llevó a la expansión de las sabanas y la reducción de los bosques. Esto favoreció la evolución de homínidos adaptados a la vida en espacios abiertos, como Ankarapithecus, Graecopithecus y Samburupithecus.

Formación del Gran Valle del Rift en África, que creó nuevos hábitats y oportunidades para la especiación. Surgieron especies como Kenyanthropus platyops y Australopithecus anamensis.

Plioceno (5.3-2.6 millones de años atrás)

Enfriamiento global y aridificación continuos, lo que llevó a la expansión de las sabanas y la reducción de los bosques. Esto favoreció la evolución de homínidos adaptados a la vida en espacios abiertos, como Australopithecus afarensis y Australopithecus africanus.

Formación de la Fosa Albertina en el Gran Valle del Rift, que creó nuevos hábitats y oportunidades para la especiación. Surgieron especies como Paranthropus aethiopicus y Homo habilis.

Pleistoceno (2.6 millones-11.700 años atrás)

Fluctuaciones climáticas entre períodos glaciales e interglaciales, lo que llevó a cambios en la vegetación y la disponibilidad de recursos. Esto favoreció la evolución de homínidos con mayor flexibilidad conductual y cognitiva, como Homo erectus y Homo sapiens.

Dispersión de Homo erectus fuera de África, lo que llevó al aislamiento reproductivo y la especiación en diferentes regiones. Surgieron especies como Homo antecessor, Homo heidelbergensis y Homo neanderthalensis.

Estos cambios ambientales y geológicos crearon presiones selectivas que favorecieron la evolución de nuevas características y adaptaciones en los homínidos, lo que eventualmente llevó a la aparición de nuevas especies.