Personalmente, creo que la venta de animales como un negocio lucrativo puede plantear ciertas preocupaciones éticas y de bienestar animal. Muchas veces, los animales son criados en condiciones precarias, separados de sus madres demasiado pronto o expuestos a situaciones estresantes para satisfacer la demanda del mercado.
Además, la sobreproducción y la cría indiscriminada pueden contribuir al problema de la superpoblación de animales, lo que a su vez puede llevar al abandono y al sufrimiento innecesario.
En lugar de ver a los animales como productos comerciales, creo que es importante promover prácticas que fomenten el cuidado responsable de las mascotas y el bienestar animal. Esto incluye fomentar la adopción en lugar de la compra, garantizar que los animales sean criados y vendidos en condiciones éticas, y promover campañas de esterilización para controlar la población animal.
En resumen, creo que es fundamental considerar el bienestar de los animales por encima de los beneficios financieros al momento de abordar la venta de animales como negocio.