Respuesta :

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El sol comenzaba a teñir el horizonte con tonos dorados cuando Ana, la valiente detective, se paró frente a la puerta de la cabaña abandonada. Sus ojos escudriñaron cada detalle, cada sombra, en busca de cualquier pista que pudiera arrojar luz sobre el misterio que envolvía aquel lugar.

Un crujido a sus espaldas la hizo girarse rápidamente. Era Marcos, el vecino de la cabaña, con una mirada inquietante y un sobre en la mano.

"Lo encontré en el umbral", dijo, con voz temblorosa.

Ana tomó el sobre y leyó la nota que había en su interior. Sus ojos se abrieron con asombro al descubrir la verdad que tanto había buscado. El misterio estaba a punto de resolverse, pero ¿a qué precio?

Con el corazón lleno de incertidumbre, Ana se adentró en la cabaña, lista para enfrentar la verdad que aguardaba en su interior. Y así, entre sombras y secretos, la historia de aquel día después bajo sospecha llegaba a su inesperado desenlace.