Respuesta :

Respuesta:

Son analogos

Explicación:

La nariz humana y la trompa del elefante son órganos análogos, no homólogos. Esto significa que, aunque ambas estructuras sirven para funciones similares, como la respiración y la manipulación de objetos, no comparten un origen evolutivo común. En términos evolutivos, las características análogas surgen por convergencia evolutiva, es decir, independientemente en diferentes linajes como respuesta a presiones ambientales similares.

Por otro lado, las estructuras homólogas son aquellas que sí comparten un origen evolutivo común, aunque pueden tener funciones diferentes. Un ejemplo de estructuras homólogas serían las extremidades de los vertebrados, como las alas de un murciélago, las aletas de una ballena y los brazos humanos, que todos derivan de un mismo antepasado común.

En resumen, la nariz humana y la trompa del elefante son análogas porque, a pesar de sus funciones parecidas, evolucionaron independientemente y no provienen de una estructura ancestral común.