Respuesta:
Había una vez en un hermoso bosque un grupo de animales que vivían en armonía y paz. Todos los días se reunían alrededor de un árbol antiguo para contar historias, compartir alimentos y disfrutar de la compañía de los demás.
Un día, una pequeña liebre llegó al bosque en busca de refugio, ya que se sentía sola y perdida. Los demás animales, al verla en apuros, decidieron acogerla y ayudarla a adaptarse a su nuevo hogar. La liebre, agradecida por la amabilidad de los demás, decidió unirse a sus reuniones y compartir su energía y alegría con todos.
Con el tiempo, la liebre se convirtió en una parte indispensable de la comunidad del bosque, alegrando con sus travesuras a todos los animales y recordándoles la importancia de la amistad y la solidaridad. Desde ese día, el bosque se llenó de risas, juegos y amor, gracias al espíritu alegre de la pequeña liebre.
Y así, la fábula de la liebre y los animales del bosque se convirtió en una historia de superación, amistad y bondad que se transmitió de generación en generación, recordando a todos que juntos somos más fuertes y felices.
Explicación:
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