Respuesta :

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En un pueblito en las montañas vivía un anciano sabio que siempre ayudaba a los demás. Un día, un joven llegó con muchas dudas sobre su futuro y le preguntó al anciano cómo encontrar su propósito en la vida.

El anciano le dijo que el propósito no se encuentra de golpe, sino a través de nuestras experiencias y decisiones. Le aconsejó escuchar a su corazón y seguir el camino que le diera paz. El joven preguntó cómo saber cuál era ese camino, y el anciano le dijo que estuviera atento a las oportunidades y que no tuviera miedo de equivocarse.

El joven siguió los consejos y, con el tiempo, descubrió que su pasión era ayudar a los demás. Así encontró su propósito, siempre recordando las palabras del anciano sabio.