La frase "Donde llevó al bebé al tamarindo cada vez que llorara" es un extracto de la canción "Amor Eterno" de Rocío Dúrcal, escrita por Juan Gabriel. La canción es una balada muy conocida y emotiva que habla de la pérdida de un ser querido y el amor eterno hacia esa persona.
En este contexto, "llevar al bebé al tamarindo" es una metáfora poética que puede interpretarse de diversas maneras. Una interpretación común es que hace referencia a un lugar especial, significativo y tranquilo donde el llanto del bebé podría ser consolado. El tamarindo, en este caso, podría simbolizar un árbol bajo cuya sombra el bebé encontraría consuelo y paz.
La letra de la canción evoca imágenes de cuidado y amor profundo, utilizando elementos de la naturaleza para transmitir emociones de ternura y nostalgia.
