Pregunta 1: Podrían incluir actividades como leer, practicar deportes, aprender un nuevo idioma, tocar un instrumento musical, participar en actividades al aire libre, o desarrollar habilidades creativas como la pintura o la escritura.
Pregunta 2: tanto el entorno familiar como el educativo son fundamentales en el desarrollo de las habilidades de pensamiento crítico. Un entorno que fomenta la curiosidad, la discusión abierta y el cuestionamiento puede ayudar a las personas a desarrollar una mente crítica y analítica.