En el primer primer capítulo de El que no salta es un holandé de Mario Méndez introduce a los lectores en el contexto de la novela y presenta a los personajes principales. La historia comienza en Argentina, en un ambiente donde el fútbol tiene un papel central en la vida de los personajes. Se describe la pasión por el deporte y cómo este influye en las relaciones personales y en la identidad cultural.
En este capítulo, se pone énfasis en un partido de fútbol que enfrenta a Argentina contra Holanda, destacando la importancia emocional y simbólica de este evento para los personajes y la comunidad. A través de la narración, se percibe la tensión y el fervor que rodea al juego, estableciendo el tono de la novela y subrayando temas como el nacionalismo, la rivalidad deportiva y la camaradería.
se empiezan a delinear las personalidades y motivaciones de los personajes, preparando el terreno para los conflictos y desarrollos posteriores en la trama. La atmósfera está cargada de anticipación y emoción, capturando el espíritu de una nación unida por su amor al fútbol.