Respuesta :

Una de las oraciones de la Santa Misa en la que la Iglesia expresa gratitud al Padre por todas sus obras es la Oración Eucarística IV, que dice:

"En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación, darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno. Porque con tu Hijo unigénito y el Espíritu Santo eres un solo Dios, un solo Señor: no en la unidad de una sola persona, sino en la Trinidad de una sola sustancia. Porque lo que revelaste de tu gloria lo creemos también de tu Hijo y del Espíritu Santo, sin diferencia ni distinción. Para que, confesando la verdadera y eterna Deidad, adoremos la distinción en las personas, la unidad en la esencia y la igualdad en la majestad, que alaban los ángeles y los arcángeles, los querubines y los serafines, que no cesan de proclamar: Santo, Santo, Santo es el Señor, Dios del universo."

Respuesta:

Perfecto, has descrito de manera precisa y detallada el Prefacio de la Santa Misa. Es, efectivamente, la oración de acción de gracias que concluye el ofertorio e introduce el Canon de la Misa, donde se incluye la consagración.

La fórmula completa del diálogo inicial del Prefacio:

  • Sacerdote: El Señor esté con vosotros.
  • Pueblo: Y con tu espíritu.
  • Sacerdote: Levantemos el corazón.
  • Pueblo: Lo tenemos levantado hacia el Señor.
  • Sacerdote: Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
  • Pueblo: Es justo y necesario.

A continuación, el sacerdote pronuncia la oración de acción de gracias, que varía según el tiempo litúrgico o la festividad que se esté celebrando. Esta oración concluye con el canto o recitación del "Sanctus" (Santo, Santo, Santo), uniendo a la congregación en la alabanza de Dios.

El Prefacio es una parte central de la liturgia eucarística, donde se reconoce la grandeza de las obras de Dios en la creación, la redención y la santificación.